Causas y tratamiento de la tortícolis

19.07.2012 10:25

 

torticolis Causas y tratamiento de la tortícolis
Todos, en algún momento, nos hemos despertado con tortícolis, una contractura del músculo del cuello que provoca la torsión del mismo. Esta contracción nos obliga a mantener la cabeza en una posición inclinada, impidiendo casi totalmente el movimiento del cuello debido al dolor que experimentamos si intentamos girar la cabeza.

Habitualmente, esta tortícolis, conocida como banal, se produce por una mala postura durante el sueño. Sin embargo, no es esta la única causa que puede provocarla, ya que un movimiento brusco, un traumatismo, una enfermedad congénita, el estrés e incluso una crisis de angustia pueden dar lugar a su aparición.

Dependiendo de la causa, existen distintos tipos de tortícolis:

Espasmódica: Aparece después de sufrir varias contracturas en el cuello, habitualmente causadas por un latigazo cervical o un esguince la articulación de las vértebras cervicales.

Espasmódica psicógena: se reconoce por crisis espasmódicas del cuello acompañadas de dolores. Su aparición suele deberse al estrés o la fatiga.

Congénita: Comienza desde el nacimiento, y se debe a una falta de desarrollo de los músculos de uno de los lados del cuello.

Sintomática: Se produce cuando, por cualquier causa, la columna vertebral se ve afectada al nivel de la nuca, y suele estar asociada, especialmente en el adulto a la artrosis cervical.
Para diagnosticarla, normalmente bastan la exploración clínica realizada por el médico y una radiografía.

El tratamiento consiste principalmente en reposo, analgésicos y relajantes musculares. Con ellos, la tortícolis banal suele desaparecer en unos tres días. En las espasmódicas se suele inyectar toxina botulínica en los músculos del cuello para hacer desaparecer la rigidez.

Para evitar su aparición, lo mejor es prevenir las malas posturas que pueden originarla, evitando, por ejemplo, utilizar almohadas demasiado altas o bajas al dormir, hablar por teléfono sujetándolo entre el hombro y el cuello y no realizar movimientos bruscos con el cuello.